En relación a cuál es ese número, esto depende en gran medida de la aplicación. Mientras que el procesamiento de aluminio requiere un precalentamiento a alrededor 650 grados Celsius (1.200 grados Fahrenheit), el procesamiento del acero requiere temperaturas significativamente más altas, de hasta 1.400 Celsius (2.550 Fahrenheit). El bronce, el cinc y el cobre requieren una temperatura entre los dos extremos.
Aunque existe la idea errónea habitual de que los calentadores eléctricos no están equipados para ofrecer temperaturas más altas, los sistemas de calentamiento eléctrico de Kanthal pueden adaptarse a todos los rangos de temperatura, proporcionando un calentamiento y un precalentamiento de temperaturas de cuchara de hasta 1.500 grados Celsius (2.730 grados Fahrenheit).
Más seguro, más limpio, más sostenible y más eficiente, el precalentamiento eléctrico de cuchara constituye la solución con garantía de futuro para los productores de aluminio y acero de todo el mundo.
Cinco motivos para electrificar su proceso de precalentamiento de la cuchara
El precalentamiento eléctrico de la cuchara es más seguro, limpio, eficiente y sostenible. Estas son los cinco motivos principales para electrificar el proceso de calentamiento de la cuchara.
Cero emisiones
Para aquellas empresas que buscan reducir su huella de carbono, la conversión a electricidad resulta una obviedad. Las soluciones de calentamiento eléctrico para la cuchara producen emisiones cero de carbono, siempre que la electricidad que utilizan se genere a partir de una fuente de energía limpia y renovable. Cuando se utiliza electricidad de una planta de energía basada en fósiles, la eficiencia mejorada de un calentador eléctrico puede aún producir menores emisiones de carbono en general.
Hasta un 95 por ciento de eficiencia térmica
Mientras que los calentadores de gas permiten que cantidades significativas se expulsen al ambiente, un calentador eléctrico concentra la energía donde debe estar. La eficiencia neta media de un sistema de precalentamiento eléctrico de la cuchara es de hasta el 95 por ciento, en comparación con sólo el 20 por ciento de un calentador de gas. Esto puede provocar un ahorro de energía de hasta el 70 por ciento al convertir el calentamiento de gas a eléctrico.
Entorno de trabajo mejorado
Un calefactor eléctrico de cuchara contribuye a un entorno de trabajo más seguro y limpio. Mientras que los quemadores de gas hacen ruido y contaminan, las soluciones eléctricas de Kanthal son silenciosas, seguras y limpias. Además de eliminar los riesgos de seguridad obvios que plantea el gas en el entorno de trabajo, los calentadores eléctricos no producen un exceso de calor, ni el nocivo óxido nitroso o el venenoso monóxido de carbono.
Control de temperatura preciso
Una cuchara que esté demasiado caliente o demasiado fría puede ocasionar todo tipo de problemas en el proceso de fundición. Mientras que los calentadores de gas no son capaces de medir la temperatura de la cuchara, los sistemas eléctricos están equipados con controles térmicos, lo que le permite alcanzar temperaturas adecuadas en todo momento. El resultado es una mayor uniformidad y fiabilidad en el proceso de producción.
Mayor vida útil del producto
Cuando una cuchara no se ha precalentado suficientemente, el calor extremo del metal fundido puede dañar el material refractario. Al calentar siempre la cuchara a la temperatura requerida, los calentadores eléctricos de cuchara reducen el riesgo de choque térmico, prolongando así la vida útil del revestimiento de la cuchara en un promedio del 20 por ciento.